Anne y Henry → La Bolena de un caprichoso rey.

Siglo XVI, Edad Moderna, INGLATERRA.

 Ana Bolena (Anne Boleyn) era la joven muchacha de ojos oscuros y  larga melena del mismo color, que cautivó al caprichoso rey Enrique VIII (Henry VIII) con su impresionante carisma, con su viva personalidad, su elegancia, su ingenio y su coraje. En su juventud fue una persona dulce y alegre, se le calificó como una mujer que tomó el control de su propia situación en un mundo de hombres. 

''...en un baile de disfraces[...]en la corte''

 Los dos se conocieron en un baile de disfraces que se celebró en la corte en el año 1522, allí Ana consiguió llamar la atención del poderoso rey, al mismo tiempo, manteniéndolo a distancia. Ana se resistió a sus intentos de seducción y se negó a convertirse en su amante, ya que desde muy pronto aspiró a grandes objetivos. Esta negativa por parte de la joven hizo que el impulsivo rey se encaprichara con ella, lo que le hizo olvidar casi completamente a su mujer, por entonces la Reina Catalina de Aragón. El rey cada vez era más insistente, y buscaba impresionantes regalos para enamorar a su amada y hacerla ceder ante su gran poder. Ana rechazaba esos regalos con humildad, y esto provocaba furia en Enrique pero al mismo tiempo quedaba totalmente sorprendido por la honestidad y dignidad de la joven.

Finalmente, Enrique le propuso matrimonio a Ana, prometiéndole que anularía su matrimonio con la Reina Catalina de Aragón, puesto que ya no la amaba y tampoco le había dado un hijo varón. Ana Bolena aceptó su propuesta, pero hasta que ese hecho no fuese seguro no se entregaría a él. 
Esto hizo que el rey acelerara el proceso.

''Henry y Anne de caza.''
Princesa Isabel I de Inglaterra 






El 25 de enero de 1533 se celebró la ceremonia matrimonial en la que Ana se encontraba embarazada de su primera hija Isabel, posteriormente Reina Isabel I de Inglaterra. El hecho de que naciese una heredera y no un heredero echó a Enrique hacia atrás, y desde ese momento comenzaron los problemas de la pareja, y con ello la caída de la reina Ana. El rey comenzó a interesarse por otras damas de la corte, cosa que enfurecía a su esposa dado que, por aquel entonces era la persona más poderosa en toda la corte inglesa y temía que su puesto fuera amenazado.


Ana representó, de una manera u otra, el poder detrás del trono. Y esto provocó una multitud de enemigos que planearon un complot contra ella y su familia (los Bolena), que concluyó con su decapitación el 19 de mayo de 1536 por adulterio, traición e incesto (está asumido el haber sido inocente de los cargos). Esos cargos junto con dos embarazos sin éxito, hizo que Enrique estuviera de acuerdo con su ejecución, cosa que le daría paso libre para casarse con su nueva amante Jane Seymour.

Ana Bolena (Anne Boleyn)
Rey Enrique VIII (Henry VIII)








La historia de Victoria y Alberto → Reyes del Reino Unido.

Siglo XIX, Edad Contemporánea, Reino Unido.

La reina Victoria I del Reino Unido, nació el 24 de mayo de 1819 en Londres. Sus padres querían llamarla Victoria Jorgina Alexandrina Carlota Augusta, pero al final decidieron llamarla Alexandrina Victoria, aunque posteriormente por petición de ella misma fue llamada solamente Victoria. De pequeña, Victoria, se encontraba en el quinto lugar en la línea de sucesión. Su madre, la educó de manera muy estricta, tenía como objetivo hacer a su hija dependiente de ella, por ello Victoria describió su infancia como "una infancia melancólica". A lo largo de los años, se convirtió poco a poco en la primera heredera al trono debido a la muerte de sus antecesores en la línea de sucesión.
Cuando Victoria cumplió los dieciocho años de edad, su tío paterno, el rey Guillermo IV, seguía viviendo aunque un mes después murió a los 72 años y Victoria se convirtió en la reina legítima del Reino Unido el 20 de junio de 1837.

«Mamá me levantó a las seis de la mañana y me dijo que el arzobispo de Canterbury y Conyngham estaban aquí y querían verme. Salí de la cama [...] y fui a mi sala de espera. Conyngham me avisó de que mi pobre tío, el rey, ya no existía [...] y que, por consiguiente, soy reina».

Dos años después del inicio de su reinado, debido a la "agobiante presencia" de su madre, Victoria fue aconsejada y decidió casarse, alejándola de ella. Se propuso el matrimonio entre Victoria y su primo, Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, años antes, aunque hasta entonces no se llevaría a cabo. Ambos se gustaban desde que tenían 16 años y frecuentemente Victoria escribía sobre él tras sus visitas al Reino Unido:

 «[Alberto] es extremadamente guapo, su pelo es del mismo color que el mío, sus ojos son grandes y azules y tiene una nariz bonita y una boca muy dulce con unos buenos dientes. Pero el encanto de su cara reside en su expresión, que es muy agradable».

 «Él tiene todas las cualidades deseables para hacerme totalmente feliz. Es tan sensible, tan amable y tan amoroso. Además, tiene el exterior más agradable y encantador que he conocido».

El príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha de joven




Victoria I del Reino Unido (24 años)















El príncipe Alberto fue uno de los pocos jóvenes que la adolescente había hablado en su vida y el primero con el que se le permitió pasar tiempo a solas.  

Victoria veía al príncipe como el marido perfecto, que hizo el papel de consejero y protector en el ámbito de la política. Y ejerció su misión con tanto acierto que la soberana, aún inexperta y necesitada de ese apoyo, no experimentó pánico. Al parecer, al principio Alberto no estaba tan enamorado como Victoria lo estaba de él, aunque siempre cumplió sus deberes como esposo y fue muy respetuoso. Alberto recibió el título de príncipe consorte del Reino Unido, único cónyuge de una soberana británica reinante en recibirlo. Victoria intentó que su esposo tuviera los mismos poderes y honores que ella, pero el Parlamento se opuso. En realidad, los ingleses lo veían como un extraño y veían con desconfianza que un extranjero tuviera tanta influencia sobre la reina.



De su matrimonio nacieron nada más y nada menos que nueve hijos:

 A principios de diciembre de 1861, Alberto estaba muy enfermo, y le diagnosticaron fiebre tifoidea. Murió catorce días después. La pérdida de quien fuera su compañero, amigo y consejero devastó a Victoria, que mantuvo desde entonces un estado casi permanente de luto y usó el color negro en sus vestidos para el resto de su vida. Evitó las apariciones públicas y decidió centrarse más en su reinado, tampoco encontraba más agradable las visitas de sus hijos, rasgo que demuestra que su marido siempre ocupó el primer lugar en su vida, y continuó con los proyectos que él había puesto en práctica. Muy conocida ésta época por ser la época victoriana.

La historia de → El Gran Capitán y la Reina Isabel.

Siglo XV, Edad Moderna, Castilla.


Gonzalo de Córdoba "El Gran Capitán"
Gonzalo de Córdoba nació en Montilla (Córdoba) en el año 1453. Era un noble andaluz que pertenecía a la casa de Aguilar. Cuando tenía apenas 12 años, entró al servicio del hermano menor de Isabel, el Infante Alfonso que tenía su misma edad. Fue su amigo, su doncel y su protector. En ese periodo fue cuando conoció a Isabel, la futura reina, que por entonces tenía 15 años. En el momento que se vieron, quedaron impresionados el uno con el otro. Gonzalo quedó maravillado por la dulzura y la belleza de la princesa, y ella por la valentía y el fuerte cuerpo del joven. 

Al morir el infante Alfonso en extrañas circunstancias a los quince años, Gonzalo de Córdoba pasa al servicio de Isabel. Al mismo tiempo, entre los dos jóvenes ya existía algo parecido a un amor platónico, es más, se dice que estuvo especialmente motivado por servir a quien tanto aprecia, y que eso fue pieza esencial en momentos clave en los que la seguridad de Isabel y sus intereses estuvieron en juego.

Pero a más no pudo llegar ese amor platónico, ese amor no correspondido o imposible, ya que Isabel estaba destinada a ser reina de Castilla y no podía tener romances con donceles, y menos con uno con el que luego no podía casarse. 
La reina Isabel I de Castilla


Cuatro años después de que la reina Isabel se casara con el rey Fernando, Gonzalo tenía ya 20 años y volvió a Córdoba donde se casó (no se sabe exactamente a qué edad) con su prima y esposa Isabel de Sotomayor que murió poco después debido a un duro parto. 
Tres años después en 1476 volvió a Segovia, a la corte de Isabel y Fernando, donde gracias a su talento en el arte de la guerra, en poco tiempo se convirtió en un serio aspirante a formar parte de la orden de la caballería. 
Pese a lo fallido de sus deseos amorosos, Gonzalo se sobrepuso y se convirtió en el principal protector armado de Isabel, que confió en él toda su vida, encomendándole misiones de gran responsabilidad a lo largo de su reinado. Después de aquel reencuentro, posiblemente quedara algo de amor entre ambos, pero sí que sentían un gran afecto el uno por el otro por lo menos de amistad.

Cuando Gonzalo tenía 36 años, se casó por segunda vez con una noble dama de la Corte de la reina Isabel que se llamaba María Manrique, con quien tuvo dos hijas, Beatriz y Elvira, a las que queria muchísimo. Fue un matrimonio feliz y duradero donde siempre hubo amor, respeto y amabilidad.

Al morir la reina Isabel en 1504 debido a un cáncer de útero, el ya por entonces "Gran Capitán", debido a sus numeras victorias, se sintió realmente triste y se dice que incluso lloró por la muerte de su querido amor platónico. Once años después muere él también debido a unas fiebres en Granada.

 
Un video que he encontrado en YouTube, basado en la serie Isabel de RTVE, que refleja muy bien la relación entre Gonzalo e Isabel, hasta la boda de la reina.



Los amantes de Granada → Zoraida y Muley Hacén.

Edad Morderna, segunda mitad del siglo XV

" Isabel de Solís era hija del comendador de Martos, Sancho Jiménez de Solís, era una chica cristiana, joven y hermosa, cuando en una de las luchas entre cristianos y musulmanes fue raptada por los nazaríes y llevada a la Alhambra. Allí permaneció cautivada

Cuando el rey de Granada, Muley Hacén, la vio quedó asombrado por su belleza; rubia y de tez blanca, era algo distinto para los musulmanes, ya que las mujeres de allí eran morenas y de pelo oscuro. Al instante se enamoró locamente de ella, convirtiéndola inmediatamente en su amante. Isabel se resistió al principio, solo pensaba en volver a su casa, a Castilla. Pero no le quedaba otra porque pensaba que si volvía, iba a ser rechazada por su familia. Y tenía motivos, porque estamos hablando de una sociedad en la que el honor era muy importante y ella había estado cautivada por los musulmanes. Solo queda pensar lo que se hubiesen imaginado los familiares de Isabel, es decir, lo peor. Por lo tanto no le quedaba otra que hacerse a la idea, y parece que poco a poco le fue mejor.

Al parecer se enamoraron aunque no es algo que se pueda constatar con un documento oficial, pero por las cartas, por todo el seguimiento de la historia, parece que sí. El rey granadino la llamó Zoraida (estrella del alba). Zoraida, se convirtió en la favorita del emir y se casaron poco después. Obviamente, Zoraida se convirtió al Islam sin suponerle ningún tipo de problema. 

Zoraida, no lo tuvo fácil en la Alhambra. Despertó mucha envidia en las otras esposas del emir, principalmente en Aixa, madre de Boabdil El chico, que fue la favorita de Muley Hacén hasta entonces. 

En cambio, su estancia allí también tuvo partes positivas teniendo en cuenta que era la esposa favorita del emir: se convirtió en reina de Granada, tenía todo cuanto quería y un marido plenamente enamorado de ella. 
En general, mejor que en Castilla donde era una simple doncella. 
Juntos tuvieron dos hijos, que tras la muerte del Emir, tuvieron que convertirse al Cristianismo por orden de Isabel La Católica. 

Muley Hacén murió en 1485, posiblemente por una epilepsia que progresivamente acaba por mermarle sus facultades, dejándole ciego, con el cuerpo medio paralizado e hinchado. 
Zoraida lo pasó mal, pero no pudo evitar preocuparse por su futuro y el de sus hijos tras la muerte de su querido esposo, por ello le convenció para que nombrara regente de Granada a El Zagal (hermano menor de Muley Hacén), que a su vez éste le había prometido casarse con ella una vez sea emir, y así su hijo sería el legítimo heredero al trono.


Al convertirse El Zagal en el Emir, Zoraida decidió huir de Granada (ya que no sería lo mismo seguir allí sin su marido), y regresó a Castilla donde pidió protección a la reina Isabel. "



REFERENCIAS: Serie Isabel (rtve)  y algunas lecturas.

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