La historia de Victoria y Alberto → Reyes del Reino Unido.

Siglo XIX, Edad Contemporánea, Reino Unido.

La reina Victoria I del Reino Unido, nació el 24 de mayo de 1819 en Londres. Sus padres querían llamarla Victoria Jorgina Alexandrina Carlota Augusta, pero al final decidieron llamarla Alexandrina Victoria, aunque posteriormente por petición de ella misma fue llamada solamente Victoria. De pequeña, Victoria, se encontraba en el quinto lugar en la línea de sucesión. Su madre, la educó de manera muy estricta, tenía como objetivo hacer a su hija dependiente de ella, por ello Victoria describió su infancia como "una infancia melancólica". A lo largo de los años, se convirtió poco a poco en la primera heredera al trono debido a la muerte de sus antecesores en la línea de sucesión.
Cuando Victoria cumplió los dieciocho años de edad, su tío paterno, el rey Guillermo IV, seguía viviendo aunque un mes después murió a los 72 años y Victoria se convirtió en la reina legítima del Reino Unido el 20 de junio de 1837.

«Mamá me levantó a las seis de la mañana y me dijo que el arzobispo de Canterbury y Conyngham estaban aquí y querían verme. Salí de la cama [...] y fui a mi sala de espera. Conyngham me avisó de que mi pobre tío, el rey, ya no existía [...] y que, por consiguiente, soy reina».

Dos años después del inicio de su reinado, debido a la "agobiante presencia" de su madre, Victoria fue aconsejada y decidió casarse, alejándola de ella. Se propuso el matrimonio entre Victoria y su primo, Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, años antes, aunque hasta entonces no se llevaría a cabo. Ambos se gustaban desde que tenían 16 años y frecuentemente Victoria escribía sobre él tras sus visitas al Reino Unido:

 «[Alberto] es extremadamente guapo, su pelo es del mismo color que el mío, sus ojos son grandes y azules y tiene una nariz bonita y una boca muy dulce con unos buenos dientes. Pero el encanto de su cara reside en su expresión, que es muy agradable».

 «Él tiene todas las cualidades deseables para hacerme totalmente feliz. Es tan sensible, tan amable y tan amoroso. Además, tiene el exterior más agradable y encantador que he conocido».

El príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha de joven




Victoria I del Reino Unido (24 años)















El príncipe Alberto fue uno de los pocos jóvenes que la adolescente había hablado en su vida y el primero con el que se le permitió pasar tiempo a solas.  

Victoria veía al príncipe como el marido perfecto, que hizo el papel de consejero y protector en el ámbito de la política. Y ejerció su misión con tanto acierto que la soberana, aún inexperta y necesitada de ese apoyo, no experimentó pánico. Al parecer, al principio Alberto no estaba tan enamorado como Victoria lo estaba de él, aunque siempre cumplió sus deberes como esposo y fue muy respetuoso. Alberto recibió el título de príncipe consorte del Reino Unido, único cónyuge de una soberana británica reinante en recibirlo. Victoria intentó que su esposo tuviera los mismos poderes y honores que ella, pero el Parlamento se opuso. En realidad, los ingleses lo veían como un extraño y veían con desconfianza que un extranjero tuviera tanta influencia sobre la reina.



De su matrimonio nacieron nada más y nada menos que nueve hijos:

 A principios de diciembre de 1861, Alberto estaba muy enfermo, y le diagnosticaron fiebre tifoidea. Murió catorce días después. La pérdida de quien fuera su compañero, amigo y consejero devastó a Victoria, que mantuvo desde entonces un estado casi permanente de luto y usó el color negro en sus vestidos para el resto de su vida. Evitó las apariciones públicas y decidió centrarse más en su reinado, tampoco encontraba más agradable las visitas de sus hijos, rasgo que demuestra que su marido siempre ocupó el primer lugar en su vida, y continuó con los proyectos que él había puesto en práctica. Muy conocida ésta época por ser la época victoriana.

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